A todos aquell@s que visitan habitualmente nuestro blog, trassierr@s o no, les deseo unas felices fiestas y un próspero y artístico año nuevo.
Y para que el año termine con un buen sabor pictórico, os recomiendo a un artista que despertó mi curiosidad en los años universitarios y que, aún ahora, sigue iluminando mi camino. Se trata de George Rouault, personaje curioso que intervino en la escena parisina de entresiglos y que militó en el grupo "Fauve" o más tarde en un expresionismo muy personal, una radiante mezcla de línea y distorsión, con una simbiosis mística entre lo religioso y lo profano. Un verdadero estudioso del ser humano, desde varios puntos de vista.
La iconografía cristiana, que en estos días está tan presente, aparece en la obra del francés compartiendo protagonismo con prostitutas, reyes sin coronas o personajes del circo... Desde aquí mi sincero homenaje al genio.
Un saludo. Nos vemos a la vuelta del calendario.